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| El colombiano César Canchila (izq) |
El ex-campeón mundial minimosca interino de la AMB, el colombiano César Antonio Canchila (30-3-23 KO´s), próximo rival del panameño Luis “El Nica” Concepción, se identifica con letras de la segunda estrofa de la canción “El Cordobés” de su ídolo Diomedes Díaz: Tiene bella estampa, brioso pico es tirador como son los gallos y pollos de Cereté.
Canchila estará enfrentando el próximo 11 de agosto al istmeño en la Arena Roberto Durán ,en Juan Díaz.
Niño enfermizoCésar Antonio lleva los dos apellidos de su madre: Canchila Pérez. Ella, de nombre Tarcila, dice que el padre biológico la abandonó a los tres meses de embarazo. El boxeador no quiere recordar su nombre ni el episodio. Ella tampoco. Los dolores del parto llegaron una noche y él nació, prematuramente, a las dos de la madrugada del lunes 15 de marzo de 1982 en el hospital San Diego, de Cereté.
"Pobrecito mi hijo. No podía comer y me tocaba alimentarlo con un algodón. Fue un niño enfermizo y flaco. Sufría de ahogo", recuerda Tarcila al diario El Tiempo de Colombia.
También sostuvo que llevó a su hijo para casa de su padre ( Pedro Canchila) en Severá, un corregimiento a 14 kilómetros de Cereté por carretera destapada. Ahora con unos 3.000 habitantes que, como toda su historia, han vivido de la agricultura.
"Con mi abuelo aprendí la disciplina de la vida. Era un señor serio y responsable (murió en mayo de 2004). De palabra", reconoce el boxeador, que acompañó cada mañana a Pedro en los cultivos de arroz, maíz, yuca y plátano, como también a limpiar la maleza de las fincas de los ricos de la región. "Yo también tiraba machete hasta los 8 años, cuando regresé a Cereté", relató Canchila a El TIEMP0.
De nuevo en su tierra, en el barrio Santa Teresa, donde su madre vivía con Adriel Vásquez (su padrastro), se dedicó a estudiar sin salir a la calle.
Seguía ahogándose; sin embargo, esto no fue impedimento para que se alineara en un equipo de fútbol preinfantil, por un año. Prefirió el estudio y tratar de ayudar a Tarcila quien caminaba todo el día vendiendo lotería y rifas para sostener la casa.
Un día, en el 1996, viendo que su hermano menor John Jairo era peleador callejero y a él le tocaba defenderlo contra rivales más pesados ("yo era muy flaco", dice), se fue al gimnasio municipal para aprender a boxear. Luis “Zurdo” Hernández le enseñó lo básico. Canchila quiso abandonar el gimnasio porque no le gustaba el boxeo. Pero al ver sus condiciones, Hernández lo invitó a seguir.
Se coronó campeónCanchila fue campeón mundial minimosca al vencer por decisión unánime al mexicano Giovanni Segura, el 26 de julio de 2008, en Las Vegas. Ochos meses después, realizó su primera defensa ante Segura, la cual perdió por nocaut técnico en el cuatro asalto, en México.
El 19 de diciembre del 2009, el colombiano volvió a disputar el título mundial minimosca, pero por la OMB ante el filipino Johnriel Casimiro.
En ese pleito titular, Canchila perdió por nocaut en el 11 asalto en Managua, Nicaragua.
Canchila estará enfrentando el próximo 11 de agosto al istmeño en la Arena Roberto Durán ,en Juan Díaz.
Niño enfermizoCésar Antonio lleva los dos apellidos de su madre: Canchila Pérez. Ella, de nombre Tarcila, dice que el padre biológico la abandonó a los tres meses de embarazo. El boxeador no quiere recordar su nombre ni el episodio. Ella tampoco. Los dolores del parto llegaron una noche y él nació, prematuramente, a las dos de la madrugada del lunes 15 de marzo de 1982 en el hospital San Diego, de Cereté.
"Pobrecito mi hijo. No podía comer y me tocaba alimentarlo con un algodón. Fue un niño enfermizo y flaco. Sufría de ahogo", recuerda Tarcila al diario El Tiempo de Colombia.
También sostuvo que llevó a su hijo para casa de su padre ( Pedro Canchila) en Severá, un corregimiento a 14 kilómetros de Cereté por carretera destapada. Ahora con unos 3.000 habitantes que, como toda su historia, han vivido de la agricultura.
"Con mi abuelo aprendí la disciplina de la vida. Era un señor serio y responsable (murió en mayo de 2004). De palabra", reconoce el boxeador, que acompañó cada mañana a Pedro en los cultivos de arroz, maíz, yuca y plátano, como también a limpiar la maleza de las fincas de los ricos de la región. "Yo también tiraba machete hasta los 8 años, cuando regresé a Cereté", relató Canchila a El TIEMP0.
De nuevo en su tierra, en el barrio Santa Teresa, donde su madre vivía con Adriel Vásquez (su padrastro), se dedicó a estudiar sin salir a la calle.
Seguía ahogándose; sin embargo, esto no fue impedimento para que se alineara en un equipo de fútbol preinfantil, por un año. Prefirió el estudio y tratar de ayudar a Tarcila quien caminaba todo el día vendiendo lotería y rifas para sostener la casa.
Un día, en el 1996, viendo que su hermano menor John Jairo era peleador callejero y a él le tocaba defenderlo contra rivales más pesados ("yo era muy flaco", dice), se fue al gimnasio municipal para aprender a boxear. Luis “Zurdo” Hernández le enseñó lo básico. Canchila quiso abandonar el gimnasio porque no le gustaba el boxeo. Pero al ver sus condiciones, Hernández lo invitó a seguir.
Se coronó campeónCanchila fue campeón mundial minimosca al vencer por decisión unánime al mexicano Giovanni Segura, el 26 de julio de 2008, en Las Vegas. Ochos meses después, realizó su primera defensa ante Segura, la cual perdió por nocaut técnico en el cuatro asalto, en México.
El 19 de diciembre del 2009, el colombiano volvió a disputar el título mundial minimosca, pero por la OMB ante el filipino Johnriel Casimiro.
En ese pleito titular, Canchila perdió por nocaut en el 11 asalto en Managua, Nicaragua.
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